¿Es posible disminuir el dolor menstrual con la alimentación?
Sí, el dolor menstrual y la alimentación se relacionan de forma directa, pero empecemos explicando que es la dismenorrea y sus principales tipos.
La dismenorrea se refiere al dolor asociado con la menstruación, es decir, el dolor menstrual. Es una condición común (pero eso no significa que sea normal) que puede ir desde leve molestia hasta dolor incapacitante.
Existen dos tipos principales de dismenorrea:
- Dismenorrea primaria: Se refiere al dolor menstrual en ausencia de alguna otra condición médica subyacente.
- Dismenorrea secundaria: Se refiere al dolor menstrual que está asociado con una condición médica subyacente. A diferencia de la dismenorrea primaria, que es el dolor menstrual común sin ninguna causa identificable, la dismenorrea secundaria está vinculada a una condición médica específica. Por ejemplo: endometriosis, adenomiosis, infecciones pélvicas…
El tratamiento de la dismenorrea, ya sea primaria o secundaria, puede variar según la gravedad de los síntomas y la causa subyacente. Por ejemplo:
- Tratamiento farmacológico como antiinflamatorios o terapia hormonal.
- Aplicación de calor en la zona baja del abdomen.
- Tratamiento nutricional: Llevar a cabo una alimentación antiinflamatoria puede ser clave para reducir el dolor menstrual, haciendo énfasis en ciertos nutrientes como son el omega-3, los antioxidantes y la vitamina D, siendo esta última una de las deficiencias más comunes en nuestra sociedad. Para conseguir esto, no necesariamente hay que recurrir a suplementos, si no que se debería priorizar el consumo de alimentos vegetales como frutas, verduras y proteínas de origen vegetal como legumbres.
Mejorar el dolor menstrual desde la nutrición es posible y eficaz, pero es importante llevar a cabo un abordaje personalizado por parte de un dietista-nutricionista con formación específica en salud femenina.
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